Paz y salvo para vender tu inmueble, ¿qué debe incluir?

Cuando decides vender una propiedad en una copropiedad o propiedad horizontal, hay un documento que no puedes pasar por alto: el paz y salvo de administración. Este certificado es clave para asegurar que el comprador no se encuentre con deudas pendientes relacionadas con el inmueble. En este artículo, te explicaré qué debe contener un paz y salvo de administración y por qué es crucial que esté completo y al día para evitar problemas en la compraventa.

¿Qué es un paz y salvo de administración y por qué es crucial en la venta de un inmueble?

El paz y salvo de administración es un documento emitido por la administración del edificio o conjunto residencial, que certifica que el propietario de un inmueble está al día con todas las obligaciones financieras relacionadas con la copropiedad. Esto incluye las cuotas de administración que cubren los gastos comunes del edificio, como el mantenimiento, la seguridad y las reparaciones, entre otros. Sin este documento, es prácticamente imposible cerrar una transacción de compraventa en una propiedad horizontal.

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Para el comprador, el paz y salvo es una garantía de que no heredará deudas previas a la adquisición del inmueble. Por eso, asegurarse de que este documento esté completo y actualizado es fundamental para proteger tanto al vendedor como al comprador.

La información esencial que debe contener un paz y salvo

Es fácil pensar que un paz y salvo solo debe confirmar que el propietario está al día con las cuotas ordinarias de administración, pero hay más detalles que debes revisar. Un paz y salvo completo debe incluir información sobre cuotas ordinarias y extraordinarias.

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Las cuotas ordinarias son los pagos periódicos que todo propietario debe hacer para cubrir los gastos comunes. Sin embargo, las cuotas extraordinarias suelen ser un problema frecuente. Estas son contribuciones adicionales que se imponen en situaciones especiales, como una reparación mayor en el edificio o una mejora en las áreas comunes. En muchas ocasiones, los paz y salvos solo mencionan que el propietario está al día con las cuotas ordinarias, pero omiten las extraordinarias.

Aquí es donde las cosas pueden complicarse. Como menciono en mi experiencia personal, he visto casos en los que, después de cerrar la venta, los compradores descubren que hay cuotas extraordinarias pendientes que no fueron mencionadas en el paz y salvo inicial. Aunque no soy corredor inmobiliario, muchas veces me involucro en estos procesos, y es común que el corredor sea el primero en recibir las quejas cuando surgen estas deudas ocultas. Evitar este tipo de sorpresas es sencillo: asegúrate de que el paz y salvo incluya un detalle claro sobre cualquier tipo de deuda, tanto ordinaria como extraordinaria.

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Cómo evitar sorpresas: verifica que el paz y salvo esté completo

Cuando solicites el paz y salvo, no te conformes con un documento superficial que solo indique que el propietario está al día con los pagos generales. Insiste en que se incluya una declaración clara que confirme que no hay deudas pendientes, ni en cuotas ordinarias ni extraordinarias. Este paso extra puede parecer un detalle menor, pero puede evitarte grandes complicaciones en el futuro.

Imagina que te saltas este paso y, tres meses después de la compra, te enteras de que la propiedad que adquiriste tiene una deuda significativa por una cuota extraordinaria que fue impuesta justo antes de que el anterior propietario cerrara el trato. ¿A quién culparías? En muchos casos, el primer instinto es culpar al corredor inmobiliario, aunque este solo facilita la información. La responsabilidad de verificar la veracidad del paz y salvo recae en el comprador y el vendedor.

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¿Quién es responsable de la veracidad del paz y salvo?

Uno de los malentendidos más comunes en las transacciones inmobiliarias es pensar que el corredor es responsable de la veracidad del paz y salvo. Si bien los corredores inmobiliarios ayudan a los propietarios a reunir la documentación necesaria, ellos no son responsables de la exactitud de esta información.

Es importante recordar que tanto el vendedor como el comprador deben asegurarse de revisar a fondo el paz y salvo antes de firmar cualquier documento de compraventa. Como parte de mi experiencia, he visto cómo, a pesar de que el corredor solo facilita el documento, muchas veces se le atribuyen responsabilidades que no le corresponden. No es el corredor, sino las partes involucradas (comprador y vendedor), quienes deben asegurarse de que el paz y salvo esté en orden.

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Si eres el comprador, es recomendable que también cuentes con un abogado que pueda verificar que toda la documentación está correcta antes de proceder. El paz y salvo no es solo un trámite más; es una garantía que asegura que no heredarás deudas ocultas.

Conclusión: Asegúrate de que el paz y salvo cubra todo antes de cerrar la venta

En resumen, cuando te enfrentes a la compra o venta de una propiedad en una copropiedad, asegúrate de que el paz y salvo de administración esté completo. Este documento debe detallar que no hay deudas pendientes, incluyendo tanto cuotas ordinarias como extraordinarias. Hacer esta verificación te evitará problemas en el futuro y asegurará una transacción limpia y sin sorpresas desagradables.

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No dejes espacio para la duda, y antes de firmar cualquier contrato de compraventa, revisa con lupa el paz y salvo. Esto no solo protege al comprador, sino que también facilita un proceso de venta más transparente para el vendedor.

Este artículo te ofrece una guía clara sobre la importancia de un paz y salvo completo y bien revisado en la compraventa de inmuebles en propiedades horizontales. Si te interesa el bienestar financiero a largo plazo, no puedes pasar por alto este documento esencial. ¡Recuerda que verificar los detalles te puede ahorrar dolores de cabeza y protegerá tanto tu inversión como tu reputación en futuras transacciones!